El proceso de selección, ha sido siempre considerado, uno de elementos más nucleares en la estructura empresarial. Ya que el capital humano en todos sus estratos, se estructura como eslabones de una misma cadena, y tiene como objetivo: el materializar, dinamizar y proyectar la idea primordial.  Pudiéndose dirigir hacia exitosas cotas, siempre y cuando el filtro para la incorporación del personal, en todas sus áreas y niveles, haya sido efectuado correctamente. Es por ello que, desde micro empresas a multinacionales, optimizan sus procesos de selección, en los que anhelan, incorporar en sus filas al personal más cualificado.

El proceso de selección a través de la prueba grafológica, constituye un elemento seguro, preciso y fiable con el que obtenemos información concluyente, para determinar, discriminar y seleccionar al candidato más adecuado, para el fin demandado. Como decía el filósofo Elbert Hubbard:  “Existe algo mucho más escaso, fino y raro que el talento. Es el talento de reconocer a los talentosos”.